“La actividad humana es el
peor riesgo que enfrenta la mayoría de las especies en el mundo, pero el hombre
también puede ayudar a su recuperación “
dice Achim Steiner,
director del IUCN, que es el “catálogo oficial de la Unión Mundial para la Naturaleza”
(IUCN son sus siglas en inglés) y que ahora incluye más de 12.000 especies en
vías de extinción. Basta con escuchar las noticias o hacer una breve
investigación sobre noticias ambientales en internet para ver las atrocidades
que la raza humana está cometiendo contra los ecosistemas del mundo, alterando
los factores bióticos y abióticos de los mismos.
En lo que a
los factores abióticos respecta, la actividad industrial descontrolada es el
principal causante de contaminación en los cursos de agua, aumentando su
temperatura y alterando su composición: podemos mencionar como ejemplo a nivel
nacional la contaminación en la cuenca del arroyo Matanza-Riachuelo, cuyos
altos niveles de polución hacen que sea reconocida como una de las diez cuencas
hídricas más contaminadas del mundo y que afecta de manera directa la salud de
más de 3 millones de personas que viven próximos al arroyo. En el ámbito
internacional podemos mencionar al río más contaminado del planeta: el Ganges,
en India, que también incide negativamente en la salud de la población y las
especies animales que requieren del río para su existencia.
No obstante,
el vertido de efluentes y desechos a cursos de agua no es la única forma en la
que el hombre altera los factores abióticos del ecosistema; otro de los graves
problemas a los que se enfrenta la humanidad es la emanación de gases de efecto
invernadero a la atmósfera, entre los cuales sobresale el dióxido de carbono
emanado por los vehículos y los óxidos de azufre emanados por gran porcentaje
de las industrias a nivel global. Estos gases son los principales causantes del
aumento constante en la temperatura de nuestro planeta, que conlleva a
desastres ecológicos como incendios e inundaciones. A nivel nacional, ciudades
como Mendoza y Salta se ven cada vez más afectadas por la presencia de smog en el aire, una mezcla de gases que
en muchos casos se mantiene “estático” en esas zonas como consecuencia de la
ubicación geográfica de esas ciudades. En el plano internacional, el mejor
ejemplo de la contaminación aérea producida por los gases emanados por la
actividad humana en la ciudad de Beijing, la capital de la República Popular
China, donde el ver imágenes de gente circulando con barbijos ya es una postal típica
de aquella metrópolis. En Latinoamérica, la ciudad que mayores problemas
enfrenta por la polución aérea es la Ciudad de México, seguida por la capital
chilena, ambas ubicadas en valles rodeados de montañas que impiden que los
gases se dispersen.
Los efectos de
la actividad humana en los sistemas abióticos se ven reflejados directamente en
los factores bióticos. Se proyecta que para la próxima década se hayan extinto
miles de especies marinas como consecuencia del aumento de temperatura en ríos
y la acidificación de los cursos de agua dulce y océanos, lo cual se produce en
consecuencia a la lluvia ácida que se genera debido a las emisiones de ciertos
gases a la atmósfera.
Las
desgarradoras imágenes de osos polares aferrándose al último pedazo de hielo
que les queda en el Ártico también nos enseñan las repercusiones que la
actividad humana global está teniendo en el aumento de la temperatura
terrestre.
La actividad
humana pareciera estar salida de control, consumiendo más recursos de los que
el planeta puede regenerar y modificando ecosistemas como si aquello no trajera
consecuencias.
En el ámbito
nacional, podemos mencionar los incendios forestales en la provincia del
Chubut, los cuales se han mantenido constantes durante más de cuarenta días y
que han acabado con muchas especies autóctonas de flora que no se sabe si
podrán ser recuperadas.
Internacionalmente,
el caso que mejor demuestra cómo la actividad humana incide sobre los factores
bióticos de los ecosistemas es la inminente extinción de especies de las cuales
quedan menos de cien ejemplares alrededor del mundo, tales como la vaquita
marina y el rinoceronte de Java (ambos cazados), el guacamayo de garganta azul
de Bolivia, el kakapo de Nueva Zelanda y el lince ibérico (debido a la
deforestación de su hábitat), entre otros.
excelente publicación, muy util.
ResponderBorrarputa
ResponderBorrarNo me sirvió para nada:v :'(
ResponderBorrarMe sirvió de mucho, gracias
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