martes, 5 de mayo de 2015

Superpoblación: el problema de nuestra generación

La explosión demográfica que vive la población humana comenzó a verse en la última mitad del siglo XVIII y la primera del siglo XIX, como consecuencia de los avances tecnológicos que se vieron a causa de las revoluciones industriales, agraria, y tecnológica. La calidad de vida se vio en aumento en muchas sociedades, debido principalmente al avance en materia de tecnología que permitió el desarrollo de la medicina moderna y la disminución de la mortalidad, especialmente la mortalidad infantil, la cual era muy alta por las enfermedades que atacaban con fuerza a los recién nacidos. Podría decirse que antes de la explosión demográfica, las altas tasas de nacimiento en los países en desarrollo se veía compensada con las tasas de mortalidad.



Los países en desarrollo fueron los que más vieron el aumento de sus índices de esperanza de vida con la llegada de la medicina y las tecnologías modernas, pero esto también fue acompañado con tasas de natalidad cada vez más elevadas, produciendo el fenómeno de explosión demográfica, el cual se ha hecho enormemente notable a partir de la década de 1950. Tal explosión demográfica se ve incentivada por la diferencia entre las tasas de mortalidad y las de natalidad, siendo estas últimas mucho más altas que las primeras.
Para ilustrarlo de una manera simple, para 1830 la población mundial superó los 1000 millones de habitantes, cifra que se duplicaría para 1930 (en gran parte con el descubrimiento de la penicilina) y se triplicaría para 1960, llegando a alcanzar los 4000 millones de habitantes en 1975 y los 7000 millones en 2009. La proyección para el año 2033 plantea una población mundial de 9000 millones.

En la actualidad, la tasa de crecimiento es del 1,2%, pero presentando grandes disparidades a escala global. Cabe destacar también que los mayores índices de crecimiento poblacional se registran en los países en desarrollo.

CONSECUENCIAS SOCIALES Y AMBIENTALES DE LAS TASAS DE CRECIMIENTO:


A) EN PAÍSES EN DESARROLLO:
Los países en desarrollo, integrantes del grupo de países de ingresos medios y bajos,  enfrentan varias problemáticas sociales al tener tasas de crecimiento elevadas. Entre ellas podemos mencionar que la distribución de la riqueza solo se vuelve más dispar, las infraestructuras de sanidad y educación suelen verse colapsadas y en malas condiciones, y el índice de desempleo aumenta a la par del índice de crecimiento poblacional ya que los puestos de trabajo no alcanzan para satisfacer a todos.
El crecimiento poblacional exponencial también conlleva a la formación de asentamientos poblacionales sin planeamiento, que suelen ser los más castigados por las catástrofes climáticas tales como tsunamis, terremotos, inundaciones, etc. Muchos de ellos se deben a la gran migración que sucede hacia las grandes ciudades desde las zonas rurales.
En el marco de lo ambiental, el crecimiento poblacional impone demandas crecientes en las necesidades humanas, y esto implica un consumo mayor de recursos naturales (recursos de los cuales muchos de estos países no abundan o se encuentran bajo la administración de países de ingresos altos). Esto, tristemente, conlleva en ciertos casos al desempeño de actividades ilícitas por parte de quienes no tienen los recursos económicos para acceder a los bienes básicos de consumo y es también una de las causas por las que este tipo de naciones tiene graves problemas en materia de seguridad social.
Finalmente, frente a las escasas oportunidades de crecimiento a las que muchas personas se enfrentan en su propio país, la perspectiva de ver mejores oportunidades de trabajo y de vida en países desarrollados entusiasma a muchas personas que optan por emigrar de su nación en busca de un mejor futuro, pues el crecimiento demográfico, la pobreza, y la degradación del medio no son cuestiones independientes entre sí.

B) EN PAÍSES DESARROLLADOS:
Muchos de los países desarrollados se enfrentan a la problemática de tener mucha población vieja y cada vez menos población joven. Los problemas sociales que esto trae involucrarían dificultades para realizar los pagos de jubilación a la población pasiva, falta de mano de obra y trabajadores cualificados para cubrir los puestos de trabajo, etc., es por esto que muchos de estos países necesitan urgentemente de inmigrantes para trabajar en ellos.
Es un hecho que la población de muchos de los países más desarrollados consume mucho más que el habitante promedio de países pobres, no solo en el ámbito material sino también en cantidad de recursos naturales, muchos de los cuales extrae de países en desarrollo.
Los principales problemas de contaminación en el mundo (deterioro de la capa de ozono y calentamiento global) son en gran parte provocados por la actividad industrial de los países desarrollados para satisfacer el estilo de vida de su población. El consumismo es uno de los principales causantes de las atrocidades que el ser humano comete contra su planeta.
Sin embargo, es justo resaltar que nada de lo que ocurre en nuestro planeta con respecto a la ecología es íntegramente culpa de un grupo de países sino de décadas y décadas de abuso y consumo indiscriminado de recursos naturales y carencia de conciencia ecológica. Para alcanzar la sostenibilidad será necesario disminuir el consumo y aumentar la consideración ambiental.
Las imágenes siguientes enseñan la pirámide poblacional de Sudamérica correspondiente al año 2015, cuando la población del continente supera los 415 millones de habitantes, y la pirámide poblacional de Europa Occidental para el mismo año, con casi 193 millones de habitantes. La comparación entre ambas ilustra lo mencionado en los puntos anteriores sobre las tasas de crecimiento y las problemáticas que las mismas traerán a estas regiones. Cabe destacar que las pirámides poblacionales de Centroamérica, Asia Occidental, y África siguen el mismo patrón que la sudamericana, mientras que las pirámides poblacionales de Asia Oriental, Europa Oriental, Norteamérica y Oceanía se asemejan a la pirámide ilustrada en Europa Oriental. 

ACENTUAMIENTO Y ATENUAMIENTO LA TENDENCIA ACTUAL:

Los factores que podrían acentuar la tendencia actual de crecimiento son la falta de conciencia social y ecológica, la falta de educación y la falta de información. Los avances –cada vez mayores– de la medicina moderna que alargan la esperanza de vida media son otro factor que influye mucho en el crecimiento poblacional, acentuándolo.
La administración pública argentina deberá recorrer un largo camino si no desea que sigan aumentando el número de asentamientos sin planeamiento, el número de desempleados, y el número de víctimas de una sociedad en crecimiento constante que no es acompañado con las políticas necesarias para que la situación no se “salga de control”.
En China se ha demostrado que una buena forma de reducir la tendencia al crecimiento exponencial de la población es la creación de leyes que limitan la cantidad de hijos que puede tener una familia: la llamada “política del hijo único”. Por más que una medida como tal pueda estar mal vista, no deja de ser una alternativa para controlar el crecimiento poblacional.
Otra forma importante para limitar el crecimiento de la población es aumentar la tasa de anticoncepción entre la población. Sin embargo, esta medida no es eficiente si no está acompañada de programas de educación y concientización sexual para transmitir a todos los grupos de la población la importancia del control de la natalidad. En nuestro país, el Estado provee de anticonceptivos de manera gratuita a quienes los necesiten, pero no acompaña este programa con proyectos de educación eficientes.
El control de la población es un tema muy controversial y que se ha tratado por especialistas hasta por novelistas (como ejemplo quiero destacar “Inferno” de Dan Brown), y muchos consideran que la educación y la disponibilidad de anticonceptivos son la única forma de promover el control poblacional.  Lamentablemente existen otros factores que pueden atenuar la tendencia actual de crecimiento y controlar la cifra de población: desde guerras hasta ingeniería biológica capaz de crear epidemias, el potencial humano es capaz de muchos actos oscuros que permitirían regular la creciente cifra.
La realidad es que la raza humana necesita volcarse hacia un estilo de vida más homogéneo en todo el mundo, donde la conciencia social y ecológica sea el pilar fundamental en el cual se basen las sociedades. 


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